Pedro Alonso Instagram – (texto que aparece en el panel de la derecha) 1. No abrumarse. Es posible. 2. De modo que si la idea es respirar, habrá que “ver”. Enumeremos. Me gustaría no prescindir del pájaro. Por muy majestuoso que sea, hay manera de que no pese. 3. La puerta a la que está ligado y que da acceso al infinito, parece angosta. Un trampantojo. Y establece por así decirlo el punto de fuga. Cosas de dios. 4. Más. En el medio, centrando la acción, la lumbre. Una salpicadura. El tumulto. Y a su altura, la cabeza de vaca. Yo soy la cabeza de vaca. Tú eres la cabeza de vaca. El es la cabeza de vaca. Nosotros somos la cabeza de vaca, no lo olvidemos. Tan cerca y tan lejos de poder entender. Cosa curiosa y magnífica! Cabezas que siguen dando pie al relato y margen a un torrente inacabable de metáforas. Benditas sean las metáforas. Benditas sean las cabezas de vaca. 5. Y por supuesto bendito sea el pájaro. Veamos. El pájaro ese es simplemente una metáfora! De dios, nada menos. 6. Visto así, una metáfora no puede ser juzgada. Ni reducida. Ni encarcelada. Piensa en ello. Estoy hablando conmigo para “ver”, así que pienso en ello. (…) 7. Y a continuación bendigo, ahora sí sin problemas, a la la mantis con cabeza de bambi que localizamos en primer término y que por un momento sentí como oscura. Mi mujer (ella sabe), me dijo. “Sí, mística, oscura, inquietante”. También dijo. “Pero no me incomoda”. Criatura sobre la superficie de algo que al principio juzgué, representa simplemente una frontera. Un lugar de paso, necesario, hacia todo lo que se ha mencionado más arriba. Nota: Ah, solo una cosa más. A la altura de la cabeza de vaca y a un lado, Kanye West. La otra noche sentí que él tenía que estar en este cuadro.