Sergio Peris-Mencheta Instagram – Fuera Caretas. A este señor, claramente, no le gusta el teatro que “genera polémica”. Eso dice. Eso repite. Podemos detraer de ello, que no le interesan Shakespeare, ni Mouawad, ni Kushner,… ni Lorca. Y un largo y polémico etcétera. Supongo que le pasa lo mismo con el cine, la música, la pintura… Este señor considera, desde su poltrona, que el teatro que le incomoda, que le interpela, que le retrata – y que denuncia a señores como él – busca “DIVIDIR”. En ningún momento se le ocurre imaginar -probablemente impedido por la poltrona- un teatro que DESPIERTA, que pone luz en la sombra, que DENUNCIA, que REMUEVE. Que el Teatro ES, precisamente porque transforma e incomoda. El quiere salir del teatro igualito que entró, sin hacerse preguntas, listo para seguir durmiendo. Quiere haberse echado unas risas, o unas siestas. Seguramente le gusta el teatro porque se apoltrona un par de horas. Este señor no tiene ni pajolera idea de que el teatro no es solo entretener (que también lo es). Este señor, desde su poltrona, sin tener ni pajolera idea de teatro, quiere además decidir qué sí y qué no se programa en un teatro público. ¡Talía nos libre de este señor! ¡Queme Zeus su poltrona! Este señor quiere más risas, y menos llantos. Más Bertín, y más Arévalo. Y menos de lo que se “programa en la Abadía” según sus propias palabras (hay más vídeos de este señor y su poltrónica comparecencia). Con este señor a los mandos, compañías tan “polémicas” e internacionales como La Fura, Els Joglars o La Zaranda no habrían existido. Este señor y su poltrona SIEMPRE nos tendrán enfrente. Porque el teatro existe, además de para entretener, para sacar de quicio a señores y poltronas. Este señor habría intentado censurar a Shakespeare, a Kushner y a Mouawad… en balde, por supuesto. Porque está a años luz de entender que son precisamente señores como él y su poltrona, los que le dan sentido al TEATRO. Y es que algunos, ni matando a Lorca, pudieron matar a Lorca.