Home Actress Elísabet Benavent HD Instagram Photos and Wallpapers December 2023 Elísabet Benavent Instagram - Me siento poco original y, además, algo egocéntrica, pero he convertido este “hacer repaso del año” en una tradición que me permite ser honesta conmigo misma, y también con las redes sociales. 2023 ha sido un año difícil; no malo, difícil. Ha sido el año de la soledad escogida, de temer de verdad por primera vez por alguien a quien quieres, de cambiar de rumbo, perder el miedo (o al menos encararlo con buen talante). Ha sido el año de dejar de fumar, de volver a cocinar, de hacer deporte por placer y buscar cierta tranquilidad. Ha sido el año del jetlag, de sobrevolar los Andes, de romper con vínculos tóxicos, seguir yendo a terapia, abrazar mi cuerpo grande y quererme mejor. Porque de eso va, ¿no? De quererse cada año un poquito mejor. Me fui a París dos semanas, la primera sola, la segunda en la mejor compañía. Me hice fotos en los baños con mi hermana pequeña. Hablamos muchísimo sobre la vida y le presentamos nuestras quejas y nuestras ofrendas. Me demostré que Maldivas no tiene por qué ser un destino para enamorados, aunque la amistad es otro tipo de amor. Hice hogar junto al Mediterráneo, donde recibí malas noticias, brindé por la vida, lloré, me reí, retocé y leí. Presenté un libro que cerraba un ciclo simbólico. Me atreví a jugar con las apariencias y a reírme con ello. Y lo presentó un tipo maravilloso al que quiero millones. Vi Santiago de Chile despertar entre montañas y “a Amaral le gusta esto”. Hice el loco con amigos. Afiancé amistades que quiero que duren para siempre. Como para siempre quiero que viva el vínculo mágico e increíble que me une a mi sagrada editora y amiga Ana y a mi primo postizo Miguel. Qué suerte tenerles. También cumplí la promesa de recorrer mundo junto a ellas y, tendremos que demostrarlo en los años venideros, pero tenemos la intención de seguir haciéndolo. Napoles querida… Y en el momento en el que abracé mi cuerpo y mi vida en soledad, que le di un sentido propio e intransferible a la palabra hogar, que dejé de esperar más, llegó una ola enorme que me elevó sobre mis expectativas, me meció y puso la primera letra para un nuevo idioma compartido. Y me enamoré. Vaya año. Vaya viaje. Vamos a por otro. ¿Me acompañáis?

Elísabet Benavent Instagram – Me siento poco original y, además, algo egocéntrica, pero he convertido este “hacer repaso del año” en una tradición que me permite ser honesta conmigo misma, y también con las redes sociales. 2023 ha sido un año difícil; no malo, difícil. Ha sido el año de la soledad escogida, de temer de verdad por primera vez por alguien a quien quieres, de cambiar de rumbo, perder el miedo (o al menos encararlo con buen talante). Ha sido el año de dejar de fumar, de volver a cocinar, de hacer deporte por placer y buscar cierta tranquilidad. Ha sido el año del jetlag, de sobrevolar los Andes, de romper con vínculos tóxicos, seguir yendo a terapia, abrazar mi cuerpo grande y quererme mejor. Porque de eso va, ¿no? De quererse cada año un poquito mejor. Me fui a París dos semanas, la primera sola, la segunda en la mejor compañía. Me hice fotos en los baños con mi hermana pequeña. Hablamos muchísimo sobre la vida y le presentamos nuestras quejas y nuestras ofrendas. Me demostré que Maldivas no tiene por qué ser un destino para enamorados, aunque la amistad es otro tipo de amor. Hice hogar junto al Mediterráneo, donde recibí malas noticias, brindé por la vida, lloré, me reí, retocé y leí. Presenté un libro que cerraba un ciclo simbólico. Me atreví a jugar con las apariencias y a reírme con ello. Y lo presentó un tipo maravilloso al que quiero millones. Vi Santiago de Chile despertar entre montañas y “a Amaral le gusta esto”. Hice el loco con amigos. Afiancé amistades que quiero que duren para siempre. Como para siempre quiero que viva el vínculo mágico e increíble que me une a mi sagrada editora y amiga Ana y a mi primo postizo Miguel. Qué suerte tenerles. También cumplí la promesa de recorrer mundo junto a ellas y, tendremos que demostrarlo en los años venideros, pero tenemos la intención de seguir haciéndolo. Napoles querida… Y en el momento en el que abracé mi cuerpo y mi vida en soledad, que le di un sentido propio e intransferible a la palabra hogar, que dejé de esperar más, llegó una ola enorme que me elevó sobre mis expectativas, me meció y puso la primera letra para un nuevo idioma compartido. Y me enamoré. Vaya año. Vaya viaje. Vamos a por otro. ¿Me acompañáis?

Elísabet Benavent Instagram - Me siento poco original y, además, algo egocéntrica, pero he convertido este “hacer repaso del año” en una tradición que me permite ser honesta conmigo misma, y también con las redes sociales. 2023 ha sido un año difícil; no malo, difícil. Ha sido el año de la soledad escogida, de temer de verdad por primera vez por alguien a quien quieres, de cambiar de rumbo, perder el miedo (o al menos encararlo con buen talante). Ha sido el año de dejar de fumar, de volver a cocinar, de hacer deporte por placer y buscar cierta tranquilidad. Ha sido el año del jetlag, de sobrevolar los Andes, de romper con vínculos tóxicos, seguir yendo a terapia, abrazar mi cuerpo grande y quererme mejor. Porque de eso va, ¿no? De quererse cada año un poquito mejor. Me fui a París dos semanas, la primera sola, la segunda en la mejor compañía. Me hice fotos en los baños con mi hermana pequeña. Hablamos muchísimo sobre la vida y le presentamos nuestras quejas y nuestras ofrendas. Me demostré que Maldivas no tiene por qué ser un destino para enamorados, aunque la amistad es otro tipo de amor. Hice hogar junto al Mediterráneo, donde recibí malas noticias, brindé por la vida, lloré, me reí, retocé y leí. Presenté un libro que cerraba un ciclo simbólico. Me atreví a jugar con las apariencias y a reírme con ello. Y lo presentó un tipo maravilloso al que quiero millones. Vi Santiago de Chile despertar entre montañas y “a Amaral le gusta esto”. Hice el loco con amigos. Afiancé amistades que quiero que duren para siempre. Como para siempre quiero que viva el vínculo mágico e increíble que me une a mi sagrada editora y amiga Ana y a mi primo postizo Miguel. Qué suerte tenerles. También cumplí la promesa de recorrer mundo junto a ellas y, tendremos que demostrarlo en los años venideros, pero tenemos la intención de seguir haciéndolo. Napoles querida… Y en el momento en el que abracé mi cuerpo y mi vida en soledad, que le di un sentido propio e intransferible a la palabra hogar, que dejé de esperar más, llegó una ola enorme que me elevó sobre mis expectativas, me meció y puso la primera letra para un nuevo idioma compartido. Y me enamoré. Vaya año. Vaya viaje. Vamos a por otro. ¿Me acompañáis?

Elísabet Benavent Instagram – Me siento poco original y, además, algo egocéntrica, pero he convertido este “hacer repaso del año” en una tradición que me permite ser honesta conmigo misma, y también con las redes sociales.
2023 ha sido un año difícil; no malo, difícil. Ha sido el año de la soledad escogida, de temer de verdad por primera vez por alguien a quien quieres, de cambiar de rumbo, perder el miedo (o al menos encararlo con buen talante). Ha sido el año de dejar de fumar, de volver a cocinar, de hacer deporte por placer y buscar cierta tranquilidad. Ha sido el año del jetlag, de sobrevolar los Andes, de romper con vínculos tóxicos, seguir yendo a terapia, abrazar mi cuerpo grande y quererme mejor. Porque de eso va, ¿no? De quererse cada año un poquito mejor.
Me fui a París dos semanas, la primera sola, la segunda en la mejor compañía.
Me hice fotos en los baños con mi hermana pequeña. Hablamos muchísimo sobre la vida y le presentamos nuestras quejas y nuestras ofrendas.
Me demostré que Maldivas no tiene por qué ser un destino para enamorados, aunque la amistad es otro tipo de amor.
Hice hogar junto al Mediterráneo, donde recibí malas noticias, brindé por la vida, lloré, me reí, retocé y leí.
Presenté un libro que cerraba un ciclo simbólico. Me atreví a jugar con las apariencias y a reírme con ello. Y lo presentó un tipo maravilloso al que quiero millones.
Vi Santiago de Chile despertar entre montañas y “a Amaral le gusta esto”.
Hice el loco con amigos. Afiancé amistades que quiero que duren para siempre.
Como para siempre quiero que viva el vínculo mágico e increíble que me une a mi sagrada editora y amiga Ana y a mi primo postizo Miguel. Qué suerte tenerles.
También cumplí la promesa de recorrer mundo junto a ellas y, tendremos que demostrarlo en los años venideros, pero tenemos la intención de seguir haciéndolo. Napoles querida…
Y en el momento en el que abracé mi cuerpo y mi vida en soledad, que le di un sentido propio e intransferible a la palabra hogar, que dejé de esperar más, llegó una ola enorme que me elevó sobre mis expectativas, me meció y puso la primera letra para un nuevo idioma compartido. Y me enamoré.

Vaya año. Vaya viaje.
Vamos a por otro. ¿Me acompañáis? | Posted on 30/Dec/2023 16:06:45

Elísabet Benavent Instagram – De toda la parafernalia alrededor de la Navidad, lo que más me gusta es regalar. Pero hasta a mí, que no estoy bien de la cabeza, que pienso qué comprar en el mes de octubre y que a primeros de diciembre ya lo tengo todo en casa conmigo”, en ocasiones me cuesta encontrar el regalo para esa amiga del alma a la que quieres como a una hermana (o un autorregalo perfecto). Por eso, te traigo una recopilación de cosas que me chiflan, por si te sirve de inspiración. Y, que conste en acta: esto no es una colaboración, solo un puñadito de cosas que he probado y que me gustan.

Regalo íntimo:
Descubrí mi nueva marca favorita de ropa interior gracias a @dolcecurvy. @lacorsetera ofrece prendas de alta calidad, con tejidos maravillosos, colores variados y tallas para todos los gustos, garantizando comodidad sin sacrificar el estilo.
Regalo relax:
Recomiendo una experiencia en un Hamman, como el de la calle Atocha en Madrid. Disfruté de piscinas frías y calientes, además de un relajante masaje con aceite de lavanda. La sensación de flotar por la calle después de la visita es inigualable.
Regalo interactivo:
Dedica tiempo a esa persona especial con un día completo de actividades. Desde un desayuno en @PumPumCafe hasta una visita al Museo del traje (@museodeltraje), seguido de una comida en un lugar como @BumpGreen y cine. Termina con vinos en @elamorhermosobar.
Regalo suave:
Si no tienes tiempo, regala un tratamiento de belleza en @dulcerespiroestetica. Desde limpiezas de cutis hasta presoterapia y radiofrecuencia, permitirá a tu amiga relajarse mientras cuidan su piel.
Regalo hecho a mano:
Valorar mucho el tiempo y esfuerzo de artistas, regalando piezas únicas. Recomiendo las creaciones especiales de @moniquilla_oficial, que demuestran dedicación y cariño.
Regalo literario:
Mi recomendación literaria navideña es “El barco de Teseo” de J.J Abrams (@duomoediciones). Aunque su precio pueda parecer elevado (49 euros), la experiencia de tener dos libros en uno lo convierte en un regalo único y excepcional.
Con estas opciones, ¡prepárate para triunfar en tus regalos navideños! #regalos
Elísabet Benavent Instagram – Me siento poco original y, además, algo egocéntrica, pero he convertido este “hacer repaso del año” en una tradición que me permite ser honesta conmigo misma, y también con las redes sociales.
2023 ha sido un año difícil; no malo, difícil. Ha sido el año de la soledad escogida, de temer de verdad por primera vez por alguien a quien quieres, de cambiar de rumbo, perder el miedo (o al menos encararlo con buen talante). Ha sido el año de dejar de fumar, de volver a cocinar, de hacer deporte por placer y buscar cierta tranquilidad. Ha sido el año del jetlag, de sobrevolar los Andes, de romper con vínculos tóxicos, seguir yendo a terapia, abrazar mi cuerpo grande y quererme mejor. Porque de eso va, ¿no? De quererse cada año un poquito mejor. 
Me fui a París dos semanas, la primera sola, la segunda en la mejor compañía.
Me hice fotos en los baños con mi hermana pequeña. Hablamos muchísimo sobre la vida y le presentamos nuestras quejas y nuestras ofrendas.
Me demostré que Maldivas no tiene por qué ser un destino para enamorados, aunque la amistad es otro tipo de amor.
Hice hogar junto al Mediterráneo, donde recibí malas noticias, brindé por la vida, lloré, me reí, retocé y leí. 
Presenté un libro que cerraba un ciclo simbólico. Me atreví a jugar con las apariencias y a reírme con ello. Y lo presentó un tipo maravilloso al que quiero millones.
Vi Santiago de Chile despertar entre montañas y “a Amaral le gusta esto”.
Hice el loco con amigos. Afiancé amistades que quiero que duren para siempre. 
Como para siempre quiero que viva el vínculo mágico e increíble que me une a mi sagrada editora y amiga Ana y a mi primo postizo Miguel. Qué suerte tenerles.
También cumplí la promesa de recorrer mundo junto a ellas y, tendremos que demostrarlo en los años venideros, pero tenemos la intención de seguir haciéndolo. Napoles querida…
Y en el momento en el que abracé mi cuerpo y mi vida en soledad, que le di un sentido propio e intransferible a la palabra hogar, que dejé de esperar más, llegó una ola enorme que me elevó sobre mis expectativas, me meció y puso la primera letra para un nuevo idioma compartido. Y me enamoré.

Vaya año. Vaya viaje. 
Vamos a por otro. ¿Me acompañáis?

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