Home Actress Elísabet Benavent HD Instagram Photos and Wallpapers April 2024 Elísabet Benavent Instagram - AUTOCUIDADO - Organizarte para poder dormir 20 minutos de siesta. Dormir es un placer bueno, bonito y barato. - Compartir tiempo con quien te quiere y te hace bien; a quien quieras y hagas bien. Esto incluye a gatos y perros. - Regalarse flores a una misma. Y quien dice flores dice una maceta con tomillo fresco o un manojo de eucalipto. - Ponerse una mascarilla, buena música y leer. Me encantan los parches para debajo de los ojos. Es como si me quitasen cansancio acumulado. - Cocinar algo bonito, rico y sano. Si yo he podido hacer ratatouille, cualquiera puede. - Bailar y cantar en la cocina; da igual que sea Concha Piquer que Natos y Waor. Tú exprésate. - Pasar tiempo a solas. A veces eres la mejor compañía. - Saber decir “no” sin sentimiento de culpa. No puedo. No me siento bien. No me apetece. No quiero. No sé. - Aprender a gestionar bien el tiempo para ser más productivo… pero saber perderlo con placer y sin remordimientos. Porque eso es vida. - Hacer planes para cumplir deseos y sueños. Los míos casi siempre tienen que ver con París. - Rodearse de cosas bonitas, que nos hacen sonreír, la vida más sencilla, colorida, amable y agradable. Velitas, platitos, bolas de nieve, juguetes varios. - Vestirse, maquillarse, ponerse mona si a una le apetece, aunque sea para ir a comprar. Cualquier día es especial si te da la santa gana. - Darse una ducha larga… pero no demasiado, que hay sequía. - Activar el ocio sano, aquel que te hace aprender, sentirte bien y parte de algo, comprendida. Permitirte emocionarte con cualquier representación artística si es lo que te nace. ¿Por qué estamos empeñados en silenciar las emociones? - Ir a terapia. Siempre y como mejor cuidado. Ir a terapia para poder hablar, para poder decir con la misma libertad “creo que no estoy bien” o “me encuentro genial”. Carrusel de fotos de una semana cualquiera.

Elísabet Benavent Instagram – AUTOCUIDADO – Organizarte para poder dormir 20 minutos de siesta. Dormir es un placer bueno, bonito y barato. – Compartir tiempo con quien te quiere y te hace bien; a quien quieras y hagas bien. Esto incluye a gatos y perros. – Regalarse flores a una misma. Y quien dice flores dice una maceta con tomillo fresco o un manojo de eucalipto. – Ponerse una mascarilla, buena música y leer. Me encantan los parches para debajo de los ojos. Es como si me quitasen cansancio acumulado. – Cocinar algo bonito, rico y sano. Si yo he podido hacer ratatouille, cualquiera puede. – Bailar y cantar en la cocina; da igual que sea Concha Piquer que Natos y Waor. Tú exprésate. – Pasar tiempo a solas. A veces eres la mejor compañía. – Saber decir “no” sin sentimiento de culpa. No puedo. No me siento bien. No me apetece. No quiero. No sé. – Aprender a gestionar bien el tiempo para ser más productivo… pero saber perderlo con placer y sin remordimientos. Porque eso es vida. – Hacer planes para cumplir deseos y sueños. Los míos casi siempre tienen que ver con París. – Rodearse de cosas bonitas, que nos hacen sonreír, la vida más sencilla, colorida, amable y agradable. Velitas, platitos, bolas de nieve, juguetes varios. – Vestirse, maquillarse, ponerse mona si a una le apetece, aunque sea para ir a comprar. Cualquier día es especial si te da la santa gana. – Darse una ducha larga… pero no demasiado, que hay sequía. – Activar el ocio sano, aquel que te hace aprender, sentirte bien y parte de algo, comprendida. Permitirte emocionarte con cualquier representación artística si es lo que te nace. ¿Por qué estamos empeñados en silenciar las emociones? – Ir a terapia. Siempre y como mejor cuidado. Ir a terapia para poder hablar, para poder decir con la misma libertad “creo que no estoy bien” o “me encuentro genial”. Carrusel de fotos de una semana cualquiera.

Elísabet Benavent Instagram - AUTOCUIDADO - Organizarte para poder dormir 20 minutos de siesta. Dormir es un placer bueno, bonito y barato. - Compartir tiempo con quien te quiere y te hace bien; a quien quieras y hagas bien. Esto incluye a gatos y perros. - Regalarse flores a una misma. Y quien dice flores dice una maceta con tomillo fresco o un manojo de eucalipto. - Ponerse una mascarilla, buena música y leer. Me encantan los parches para debajo de los ojos. Es como si me quitasen cansancio acumulado. - Cocinar algo bonito, rico y sano. Si yo he podido hacer ratatouille, cualquiera puede. - Bailar y cantar en la cocina; da igual que sea Concha Piquer que Natos y Waor. Tú exprésate. - Pasar tiempo a solas. A veces eres la mejor compañía. - Saber decir “no” sin sentimiento de culpa. No puedo. No me siento bien. No me apetece. No quiero. No sé. - Aprender a gestionar bien el tiempo para ser más productivo… pero saber perderlo con placer y sin remordimientos. Porque eso es vida. - Hacer planes para cumplir deseos y sueños. Los míos casi siempre tienen que ver con París. - Rodearse de cosas bonitas, que nos hacen sonreír, la vida más sencilla, colorida, amable y agradable. Velitas, platitos, bolas de nieve, juguetes varios. - Vestirse, maquillarse, ponerse mona si a una le apetece, aunque sea para ir a comprar. Cualquier día es especial si te da la santa gana. - Darse una ducha larga… pero no demasiado, que hay sequía. - Activar el ocio sano, aquel que te hace aprender, sentirte bien y parte de algo, comprendida. Permitirte emocionarte con cualquier representación artística si es lo que te nace. ¿Por qué estamos empeñados en silenciar las emociones? - Ir a terapia. Siempre y como mejor cuidado. Ir a terapia para poder hablar, para poder decir con la misma libertad “creo que no estoy bien” o “me encuentro genial”. Carrusel de fotos de una semana cualquiera.

Elísabet Benavent Instagram – AUTOCUIDADO

– Organizarte para poder dormir 20 minutos de siesta. Dormir es un placer bueno, bonito y barato.
– Compartir tiempo con quien te quiere y te hace bien; a quien quieras y hagas bien. Esto incluye a gatos y perros.
– Regalarse flores a una misma. Y quien dice flores dice una maceta con tomillo fresco o un manojo de eucalipto.
– Ponerse una mascarilla, buena música y leer. Me encantan los parches para debajo de los ojos. Es como si me quitasen cansancio acumulado.
– Cocinar algo bonito, rico y sano. Si yo he podido hacer ratatouille, cualquiera puede.
– Bailar y cantar en la cocina; da igual que sea Concha Piquer que Natos y Waor. Tú exprésate.
– Pasar tiempo a solas. A veces eres la mejor compañía.
– Saber decir “no” sin sentimiento de culpa. No puedo. No me siento bien. No me apetece. No quiero. No sé.
– Aprender a gestionar bien el tiempo para ser más productivo… pero saber perderlo con placer y sin remordimientos. Porque eso es vida.
– Hacer planes para cumplir deseos y sueños. Los míos casi siempre tienen que ver con París.
– Rodearse de cosas bonitas, que nos hacen sonreír, la vida más sencilla, colorida, amable y agradable. Velitas, platitos, bolas de nieve, juguetes varios.
– Vestirse, maquillarse, ponerse mona si a una le apetece, aunque sea para ir a comprar. Cualquier día es especial si te da la santa gana.
– Darse una ducha larga… pero no demasiado, que hay sequía.
– Activar el ocio sano, aquel que te hace aprender, sentirte bien y parte de algo, comprendida. Permitirte emocionarte con cualquier representación artística si es lo que te nace. ¿Por qué estamos empeñados en silenciar las emociones?
– Ir a terapia. Siempre y como mejor cuidado. Ir a terapia para poder hablar, para poder decir con la misma libertad “creo que no estoy bien” o “me encuentro genial”.

Carrusel de fotos de una semana cualquiera. | Posted on 11/Oct/2023 21:10:23

Elísabet Benavent Instagram – Me gusta la facilidad con la que todo es fácil a tu lado. Me gusta la sencillez con la que haces sencillo lo que otras veces pareció complicado. Me gusta la serendipia de nuestro encuentro, que parece repetirse en ondas concéntricas, en círculos de suerte y coincidencias, porque es posible creer aún en la magia.

Me gusta la carga electromagnética de tu piel contra mi piel cuando nos abrazamos y que hayamos encontrado una postura ergonómica en la que hablar muy cerca. Me gusta cómo me das los buenos días, con el protocolo de sonrisa y besos, y cómo odiamos la vida adulta cuando hay que deshacer el lazo de brazos y piernas para ir a trabajar.

Me gustan las velas de tu terraza, el sonido de tus guitarras, el chasquido de tus dedos cuando intentas mostrarme que el compás de esa canción que nos encanta es fuera de lo común. Me gusta tu gata, tus cafés, tus gafas, tu olor, esa camisa azul, tu barba, el crujido de tu dedo pulgar, los besos que me das, la pasión con la que hablas de lo que te apasiona, descubrir que aún tenemos más cosas en común, los fines de semana a tu lado y lo cerca que estamos de fundirnos en un silencio cómodo y apacible. Tú con tu música, yo con mis letras, nosotros a lo nuestro.

“Me gustas infinito   1”, me dijiste ayer. Y a mí me gusta el infinito que dibujan nuestros ochos, los planes, soñar en voz alta (que está permitido aunque después esos sueños zarpen a destinos desconocidos), echarnos de menos, poder hablar de las heridas y los miedos, prometernos un espacio seguro, poder seguir siendo un tú y un yo, con sus cosas, a pesar de querer un nosotros.

Hay mucho dentro de un “me gustas”, pero como a menudo da vergüenza verbalizarlo, he pensado que hoy mejor lo dejo por escrito.
Elísabet Benavent Instagram – VUELTA A LA TERNURA

Te dices a ti misma que el cariño es como montar en bicicleta, y te lo dices con alivio, después de creer que ya no sabías, que no te salía, que ya no era para ti. Que sí, pero no de ese tipo. 
Es lo malo de tomar ciertos caminos, escuchar a ciertas personas, perder cierto tiempo: dejas de creer en aquello que no ves. 

Te observas, por primera vez en mucho tiempo, con bonanza. Es curioso cómo sentirse arropada puede desempañar el espejo. Y te acurrucas, y dices tonterías, y te ríes, y haces planes, y besas, y retozas, y desordenas las palabras, las sábanas, el fin de semana, el pelo y un poco la vida. Pero no importa, porque entiendes que las palabras son importantes, que quieres cumplir con cada plan, que no hay prisa pero sí ganas, que “vaya lío”, pero no tanto porque ya no te puedes frenar. Ni quieres. Aunque despacio.
Despacio porque es el tempo de las cosas bien hechas, porque despacio no significa estar parado. Despacio solo es un ritmo compartido, el consenso, el continente que envuelve un contenido del que se puede hablar. Porque despacio es eso, sobre todo eso: poder hablar.
Y vuelve la ternura. Y vuelve abrazar. Y vuelve, vuelve, vuelve… y, cariño, no te vayas, quédate cinco minutos más.

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